Por el negro de la pupila, percibe el mundo el ojo  ( Nizami)

Según el sufismo el hombre, ser de luz, se llena de materia densa y pesada en su descenso a la tierra. Es su obligación ir limpiando esta materia que oscurece su  ser luminoso  y recuperar su naturaleza profunda.

El trabajo realizado los últimos años parte del concepto de microcosmos o interior del ser y la expansión de la luz desde el centro del corazón, qalb, o lugar de transformación

La utilización del acetato en mi trabajo es básica para representar este proceso, pues refleja la luz con gran cantidad de matices, que a su vez son velados por la profusión de las piezas, requiriendo, en ocasiones, una labor de concentración para percibirlos, pudiendo contemplarnos a nosotros mismos reflejados en ellas en el caso de las piezas grandes

El color que aparece en casi todas las piezas, también tiene su propio lenguaje y se multiplica gracias a la luz y naturaleza misma del acetato.

El rojo, color del corazón, manifiesta el proceso de transformación, el viaje al intento de perfección.

El verde representa la perfección del alma.

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